domingo, 8 de julio de 2007

Capitulo III


¿Cuándo se me rompió la casita de cristal? Apenas me he dado cuenta y ya he crecido. Los problemas de cuando éramos pequeños eran tan simples… ¿Y ahora? ¿Cada día me tienen que recordar que no tengo amigos? ¿Cada día me tienen que recordar que vine a mi ciudad por ellos, y que ellos no cuentan conmigo?
Realmente no pueden entenderme, pero ¿Por qué? ¿Será por mi? ¿Será porque no quieren? No lo entiendo.
¿Tan dificil es perdonar un error?

En este momento, siento odio, me odio a mi misma, por ser tan ilusa, por creer en la gente que no merece… me odio por haber sido tan sumamente gilipollas... Aunque lo que mas me gusta de todo esto es que a penas he caído con el tropezón, y ni siquiera voy a volver a resbalarme… lo que aprendes a las malas, no se olvida jamás. Pese a nuestra bonita amistad… sé quien soy, sé quienes son, y sé que van a ser para a mi. Y soy consciente de que jamás volverá a ser como antes.
Pero la verdad es que en el fondo me alegro, pues si ahora actúan como actúan me da a entender que no éramos tan buenos amigos como creíamos...

Lo único que me entristece es pensar que ellos, los que han sido mis amigos, y de los que me he distanciado no están, ni estarán, porque inevitablemente ya no somos importantes para ellos. Es triste ver como una persona, tan solo una, ha sido capaz de separarnos. Eso me hace pensar que quizá no fueramos tan amigos como pareciera, y eso… es triste..



.

No hay comentarios: