miércoles, 15 de diciembre de 2010

Perro ladrador, poco mordedor...

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Ni me miras ni te quiero, ni te escucho ni te creo, pero siento que me muero cuando os veo juntos. Cada vez me importas menos o eso digo cuando debo…

Tienes el sabor de lo equivocado.
Debe ser que desde hace un mes todo entre los dos se nos ha mezclado.
Y ahora es como si recién te conociera.

Como ves lo que sucedió aunque haga que no me está preocupando…
El placer de hacer exacto lo incorrecto. La paródica alegría de oponernos ante el resto.

No nos tenemos ni un poco de amor y sin embargo esto no se termino.

Quiero tenerte conmigo otra vez y si te tengo sé que te dejaré.
Hay algo en ti que nunca aguantaré es eso mismo que me hace volver.
Quisiera verte y parar de pensar con quién estuviste la noche anterior.
Como lo ves, nada cambió desde ese día que nos separó, te seguiré, me humillaré, por el momento esperaré.


¿Como se pueden sentir cosas tan diversas por una misma persona? Es más, ¿es posible sentir eso mismo, justo el mismo absurdo e inútil sentimiento, por más de una persona a la vez?
Estoy harta de perros hortelanosos...

Si para ti el amor es algo tan bello y especial como dices que es, ¿porque no me dejas encontrar el mío? ¿porque te aseguras de enamorarme cada día un poco más?


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